En la mayoría de los casos, la indigestión es inofensiva. Sin embargo, algunos tipos de indigestión pueden ser peligrosos y causar molestias graves. En algunos casos, la indigestión es un signo de un problema subyacente en el tracto digestivo. Dependiendo de la causa, el médico puede recetar medicamentos o realizar pruebas de imagen para detectar obstrucciones. Los síntomas de una infección bacteriana también pueden aparecer en una prueba de heces. Ciertos alimentos también pueden causar indigestión. El alcohol y los alimentos grasos pueden causar problemas gastrointestinales, y algunos medicamentos pueden causar hinchazón o náuseas. Algunas personas pueden tomar aspirina, que puede causar malestar estomacal cuando se toma con el estómago vacío. En la mayoría de los casos, los cambios en la dieta y el estilo de vida traen alivio. Si la indigestión persiste, un médico puede prescribir una combinación de dieta y medicamentos para controlarla.
En muchos casos, la indigestión es causada por una afección médica subyacente, como una tiroides o una vesícula biliar hiperactivas. Si tiene indigestión persistente, su médico puede recomendar ciertos medicamentos o cambios en el estilo de vida para ayudar a aliviar la incomodidad. También revisarán su historial médico para descartar otras afecciones médicas subyacentes. Si la indigestión es la afección subyacente, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado.
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puede recomendar medicamentos dirigidos a la causa de la indigestión. Estos medicamentos incluyen antiácidos y bloqueadores de ácido. En algunos casos, la indigestión causada por la enfermedad puede requerir cirugía. A pesar de estos efectos secundarios, el médico puede eliminar la enfermedad subyacente en unas pocas semanas. Si los síntomas persisten, el paciente puede necesitar cirugía o medicamentos. Estos medicamentos son efectivos para tratar ambas afecciones, pero difieren en la forma en que se trata la indigestión.